Ahora que empieza la campaña electoral sería conveniente reflexionar sobre el papel que tiene los políticos en la sociedad. Por sus cargo electo la clase dirigente de nuestro país se debe no sólo a aquellos ciudadanos que le han votado, sino a la sociedad en general. Además, nos guste o no, son y deben ser un ejemplo a seguir para la ciudadanía.
Por todo ello, los políticos se deben de comportar de forma responsable y no dejarse llevar por el corazón, algo que le ha pasado en los últimos días al candidato a la presidencia del gobierno por IU, Gaspar Llamazares, que hace dos días tuvo que retirar el vídeo donde su avatar de "second life" quemaba una foto de la Familia Real.
Según el propio Llamazares el hecho se ha sacado de contexto, pero lo cierto es que un cargo público no puede rebajar, ni en dibujos, a la quema de aquello que no le gusta. Por dos cuestiones: Primera, el señor Llamazares representa a mucho españoles que seguramente sean mucho más republicanos que él, y que no van quemando cosas por ahí.
Segunda, y quizás más importante, se empieza quemando una fotografía y se acaba quemando los libros que vayan en contra de nuestra ideología. Porque imaginémonos por un momento que cada uno de nosotros quemamos fotografías, libros, películas... de aquellas personas que no nos agraden o de aquella ideología que no compartamos. Pues yo, sin ir más lejos, me pasaría el día quemando, pero hay formas mucho más democráticas e inteligentes de luchar contra aquello que no nos gusta: votando.
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